Frente a la seguidilla de temblores que se han registrado en la Región de Coquimbo durante agosto e inicios de septiembre, la geóloga y académica de la Universidad de La Serena, Consuela Milú, explicó que estos fenómenos “serían parte de un enjambre sísmico, debido a que son eventos en un área específica durante un periodo relativamente corto”.
“Tener un sismo de 5.7 grados desde el punto de vista geológico es algo natural para Chile, ya que estamos en la convergencia de las placas tectónicas de Nazca y Sudamericana, y estamos cercanos a una activación de fallas, porque tenemos un sistema de fallas activas”, afirmó Milú.
La geóloga recordó que hay temblores que han ocurrido en el océano y otros hacia la zona interior, como es Alto del Carmen. En ambos casos, acotó, “podemos hablar de un proceso geológico diferente, y la intensidad del sismo se va a observar y sentir diferente. Hay dos tipos de sismos desde el punto de vista del proceso geológico, hablamos de las mismas placas tectónicas Nazca y Sudamericana, y dependiendo de eso, podemos hablar del tipo de sismo al que nos enfrentamos”.
Finalmente, enfatizó que “desde el punto de vista de la geología, nosotros hablamos de una liberación de energía a nivel de las fallas y que permite liberar la presión que existe y ayuda a no producir un temblor de mayor magnitud”.